Desarrollo de un plan de vida de fertilidad

Desarrollo de un plan de vida de fertilidad

Desarrollo de un plan de vida de fertilidad

¿Quieres niños? ¿Cuándo te gustaría tener hijos? ¿Cuántos niños te gustaría? El momento adecuado para reflexionar sobre tales preguntas es al principio de la vida reproductiva de una mujer. Después de una reflexión, se puede desarrollar un plan de vida de fertilidad.

Tal plan de vida de fertilidad podría escribirse y discutirse con un profesional de la salud (y/o su pareja o familia). Algunos temas importantes a considerar incluyen la suplementación con ácido fólico, el alcohol y el tabaco, las vacunas y los antecedentes familiares. A continuación se ofrece una descripción general de algunas consideraciones clave en un plan de fertilidad.

Ácido fólico

La ingesta diaria recomendada de al menos 400 microgramos (o 0,4 mg) de ácido fólico ayuda a prevenir los defectos del tubo neural. Los defectos del tubo neural son anomalías devastadoras del cerebro y la médula espinal en los recién nacidos.

Al comer comidas ricas en ácido fólico, se pueden evitar los defectos del tubo neural. La actividad sexual o el deseo de quedar embarazada deben estar relacionados con una mejor ingesta de ácido fólico.

Alcohol y tabaco

Una conciencia de los riesgos asociados con el alcohol es beneficiosa para un plan de vida de fertilidad. Esta conciencia es especialmente clave porque la fase más temprana de un embarazo es un momento delicado para el desarrollo de los bebés. El consumo de alcohol que coincide con un embarazo temprano o no reconocido puede causar retraso mental en los recién nacidos.

De manera similar, el consumo de tabaco daña a los bebés en desarrollo y podría provocar un parto prematuro. Por lo tanto, es una buena idea dejar esos hábitos cuando pueda quedar embarazada o esté tratando de concebir.

Vacunación

Las vacunas son una forma excelente y rentable de "comprar un seguro" contra las amenazas infecciosas para los recién nacidos. Dicho seguro podría adquirirse fácilmente contra la rubéola, la hepatitis B y la varicela.

El dolor momentáneo de una inyección de vacuna protege contra la sordera del recién nacido, enfermedades del corazón, enfermedades del hígado, ceguera y otras complicaciones de las infecciones antes mencionadas. La vacunación adecuada debe ser parte de un plan de fertilidad.

Historia familiar

Errores desafortunados en los genes humanos pueden ocurrir durante la división celular. Estos errores genéticos son responsables de afecciones como la fibrosis quística, la anemia de células falciformes, la neurofibromatosis y otras afecciones que tienen un profundo impacto en la vida de quienes heredan los genes. Las mujeres con planes de embarazo deben considerar la asesoría genética cuando existan antecedentes familiares de una afección hereditaria.

Participación masculina

Un plan de fertilidad sin participación masculina es incompleto. Tal planificación se ve favorecida por el conocimiento de los factores que influyen en la fertilidad masculina. Los ejemplos incluyen el tabaquismo, la diabetes, la obesidad, la temperatura escrotal y el consumo de alcohol.

Fumar, la obesidad y la diabetes pueden afectar las erecciones al dañar los vasos sanguíneos del pene. Las altas temperaturas escrotales de pantalones ajustados o baños calientes reducen el número de espermatozoides. El exceso de alcohol también daña las erecciones y puede afectar la cantidad de espermatozoides.

Un impresionante estudio de investigación reveló recientemente que el recuento de espermatozoides de los hombres en Occidente se ha reducido en un 50% en las últimas 5 décadas. Para asegurar la fertilidad, los hombres deben adoptar estilos de vida con una dieta adecuada, ejercicio y abstinencia de tabaco y alcohol en exceso.

Teniendo en cuenta a tu pareja

El embarazo es una gran responsabilidad que siempre puede surgir de la actividad sexual. El ácido fólico, los hábitos recreativos, las vacunas y los antecedentes familiares son consideraciones importantes.

Un buen plan de fertilidad también debe considerar a las parejas sexuales y su aptitud como padres y pareja potenciales. ¿Confiaría usted en esta persona como madre o padre de su hijo? ¿Ha tenido una conversación con su pareja sobre lo que él o ella querría si ustedes como pareja quedaran embarazadas (crianza, adopción, aborto) y ambos están de acuerdo? Si respondió “no” a una o ambas de estas preguntas, es posible que desee reconsiderar con quién tiene o no tiene una relación sexual.

¡Recuerde, un bebé saludable comienza con usted! 

Artículo Anterior Artículo Siguiente