¿Qué es la epilepsia rolándica benigna?
La epilepsia rolándica
benigna es una forma de epilepsia. Con esta condición, las convulsiones afectan
la cara y, a veces, el cuerpo. Como resultado, el trastorno causa problemas a
algunos niños. Sin embargo, casi siempre desaparece en la adolescencia.
¿Quién padece epilepsia rolándica benigna?
La epilepsia rolándica
benigna representa aproximadamente el 15% de los casos de epilepsia en niños.
En promedio, los niños tienen entre 6 y 8 años cuando desarrollan por primera
vez convulsiones por epilepsia rolándica benigna. Sin embargo, los adultos no
se ven afectados por esta forma de epilepsia.
Se llama
"rolándico" porque las convulsiones se originan en el área rolándica
del cerebro. Esa es el área que controla la cara. Debido a que estas
convulsiones comienzan en una parte específica del cerebro, se denominan
convulsiones parciales.
La epilepsia rolándica
benigna también se denomina "epilepsia infantil benigna con picos
centrotemporales". Esto se refiere a un patrón de ondas cerebrales que a
menudo crea en un electroencefalograma.
¿Qué causa la epilepsia rolándica benigna?
Nadie sabe qué causa la
epilepsia rolándica benigna. Los niños que tienen parientes cercanos con
epilepsia tienen un poco más de probabilidad de desarrollar la afección.
¿Cuáles son los síntomas de la epilepsia rolándica benigna?
Como todas las formas de
epilepsia, la epilepsia rolándica benigna produce convulsiones. Las
convulsiones en la epilepsia rolándica benigna suelen ser leves. Por lo
general, comienzan en la cara y pueden tomar una variedad de formas:
- espasmos en la cara o en las mejillas
- hormigueo, entumecimiento o sensaciones inusuales en la lengua o la cara
- dificultad para hablar
- beboteo debido a la incapacidad para controlar los músculos de la boca
En aproximadamente uno de
cada dos niños con epilepsia rolándica benigna, las convulsiones se diseminan
desde el área rolándica al resto del cerebro. Cuando esto sucede, la convulsión
se denomina convulsión secundariamente generalizada. También se denominan
convulsiones tónico-clónicas. Sus síntomas son más alarmantes de presenciar:
- falta de respuesta
- contracción de los músculos de todo el cuerpo durante un período corto
- convulsiones rítmicas de todo el cuerpo
- confusión y desorientación al recuperar el conocimiento
Por lo general, en la
epilepsia rolándica benigna, las convulsiones ocurren durante el sueño. Por
esta razón, es posible que no se noten en absoluto. Otras veces, los padres son
testigos de una convulsión después de investigar los ruidos nocturnos en la
habitación de su hijo.
Algunos niños con epilepsia
rolándica benigna también pueden tener:
- dificultades de aprendizaje
- problemas de comportamiento
Estos niños con epilepsia
rolándica benigna pueden necesitar atención y tratamiento adicionales.
¿Qué pruebas se utilizan para diagnosticar la epilepsia rolándica benigna?
Cuando las convulsiones son
leves y solo ocurren durante el sueño, la epilepsia rolándica benigna puede no
ser diagnosticada fácilmente. A menudo, los padres llevan al niño al médico
después de una convulsión tónico-clónica durante el sueño.
Los médicos diagnostican la
epilepsia rolándica benigna según el patrón de convulsiones. También recopilan
información de múltiples pruebas:
- Electroencefalograma: al colocar un juego de electrodos adhesivos en el cuero
cabelludo, un técnico registra las ondas cerebrales durante esta prueba
indolora. Un neurólogo interpreta el electroencefalograma. Los niños con
epilepsia rolándica benigna a menudo tienen picos en sus trazos de
electroencefalograma que ayudan a hacer el diagnóstico.
- Resonancia magnética: esta exploración de alta resolución del cerebro es
normal en niños con epilepsia rolándica benigna. Obtener una resonancia
magnética es ruidoso y puede causar ansiedad, pero es indoloro.
- Examen neurológico: los niños con epilepsia rolándica benigna generalmente
tienen un examen neurológico normal.
¿Cuáles son los tratamientos para la epilepsia rolándica benigna?
A menudo, en la epilepsia
rolándica benigna, no se necesita ni se recomienda ningún tratamiento. Las
convulsiones en la epilepsia rolándica benigna suelen ser leves, inofensivas y
poco frecuentes. Prácticamente todos los niños superan la afección cuando
crecen.
Los niños pueden
beneficiarse del tratamiento si tienen alguno de estos problemas relacionados
con la epilepsia rolándica benigna:
- dificultades de aprendizaje
- problemas para pensar o concentrarse
- problemas de comportamiento
- convulsiones diurnas
- convulsiones frecuentes