Los ruidos de respiración de su bebé recién nacido
Los recién nacidos tienden a tener un patrón de respiración irregular que
alterna entre rápido y lento, con pausas ocasionales. Si su bebé hace ruidos al
respirar, tome nota de cómo suenan. Esto ayudará a determinar si hay un
problema en las vías respiratorias y dónde:
- Ruido de silbido: un pequeño bloqueo en las fosas
nasales tiende a hacer un ruido de silbido que desaparece cuando lo succiona.
Los bebés recién nacidos respiran por la nariz, no por la boca. Este es un buen
truco, ya que les permite respirar y comer al mismo tiempo. Sin embargo, sus
pequeñas narices tienen conductos de aire pequeños, por lo que un poco de
mucosidad o leche en polvo puede hacer que el conducto de respiración sea aún
más pequeño, causando un silbido o, en ocasiones, dificultad para mover el aire
hacia adentro y hacia afuera.
- Grito ronco y tos de "ladrido": Un bloqueo en la
laringe, a menudo debido a la mucosidad, produce un llanto ronco y una tos de
"ladrido". Esto puede ser un signo de crup, una infección de la
laringe, la tráquea y los bronquios.
- Sonido agudo y chirriante: Llamado estridor o
laringomalacia, es un sonido que hacen los bebés muy pequeños al inhalar. Es
peor cuando el niño está acostado boca arriba. Es causado por un exceso de
tejido alrededor de la laringe y generalmente es inofensivo. Por lo general,
pasa cuando el niño cumple 2 años.
- Tos profunda: Un bloqueo en los bronquios
grandes produce una tos profunda.
- Sonido de silbido (sibilancias): un bloqueo en los
bronquiolos produce un sonido de silbido cuando el bebé exhala.
- Respiración rápida y dificultosa: El líquido en las vías
respiratorias más pequeñas causa neumonía, una infección debida a un virus o
bacteria. La neumonía causa respiración acelerada y dificultosa, ocasionalmente
cianosis, tos persistente y sonidos crepitantes cuando se escucha con un
estetoscopio.
Consejos para padres preocupados:
Observe la respiración de su bebé cuando esté bien, para que pueda
acostumbrarse a cómo se ve. Mide cuántas respiraciones toman en un minuto.
Probablemente sea más rápido de lo que imaginabas. Saber lo que es normal para
la respiración de su bebé le ayudará a detectar un problema potencial con mayor
rapidez.
Cuando tenga dudas sobre lo que está pasando, grabe un video del patrón de
respiración que le preocupa para mostrárselo al proveedor de atención médica de
su bebé.
Cuándo preocuparse por la respiración del bebé
Los signos de problemas respiratorios potencialmente preocupantes en su
bebé incluyen:
- Aumento persistente de la
frecuencia respiratoria (más de 60 respiraciones por minuto más o menos)
- Aumento del trabajo para respirar. Los signos de esto
incluyen:
- Gruñidos. El bebé hace un
pequeño gruñido al final de la respiración. Esto sirve para tratar de abrir las
vías respiratorias bloqueadas.
- Resplandeciente. Las fosas nasales del
bebé se ensanchan durante la respiración, mostrando un mayor esfuerzo.
- Retracciones. Los músculos del pecho
y el cuello del bebé se ven visiblemente contraerse y contraerse mucho más
profundamente de lo normal.
- Cianosis. Esto significa que la sangre se ha
mantenido azul y no ha recibido suficiente oxígeno de los pulmones. Para la
verdadera cianosis, la sangre en todo el cuerpo debe verse azul. Revise las
áreas que reciben mucho flujo de sangre, como los labios y la lengua. A veces,
las manos y los pies de los recién nacidos se vuelven azulados, pero el resto
del cuerpo está bien. Esto no es cianosis sino una respuesta común a los
cambios de temperatura.
- Mala alimentación. La "dificultad
respiratoria" a menudo se acompaña de una disminución notable en la
ingesta de alimentos.
- Letargo. El nivel de energía de su bebé
puede disminuir notablemente si tiene un problema pulmonar importante.
- Fiebre. La mayoría de las infecciones de
los pulmones también causarán fiebre. Siempre controle la temperatura de su
bebé cuando esté preocupado.
Los problemas respiratorios que solo ocurren ocasionalmente son normales.
Los problemas respiratorios preocupantes, por otro lado, suelen ser persistentes.
Sin embargo, cuando se trata de problemas respiratorios, asegúrese de comunicarse con su pediatra.