¿Qué es el síndrome del bebé sacudido?
El síndrome del bebé sacudido es una lesión cerebral grave que le sucede a
un bebé o a un niño pequeño cuando se le sacude con fuerza. El impacto mata las
células cerebrales del bebé y evita que el oxígeno llegue a su cerebro.
El síndrome del bebé sacudido es una forma de abuso infantil. Cuando un
bebé es sacudido con fuerza por los hombros, brazos o piernas, puede causar
problemas de aprendizaje, trastornos del comportamiento, problemas de visión o
ceguera, problemas de audición y habla, convulsiones, parálisis cerebral,
lesiones cerebrales graves y discapacidad permanente. En algunos casos, puede
ser fatal.
Lo que no es el síndrome del bebé sacudido
El síndrome del bebé sacudido es diferente de lanzar suavemente a un bebé
al aire de forma juguetona o de hacer rebotar a un bebé en la rodilla. Aunque
sus cerebros y cuellos son frágiles, es poco probable que los bebés sufran
lesiones por sacudidas al caerse de los muebles o al detenerse repentinamente
en un automóvil.
Síntomas del síndrome del bebé sacudido
Ser sacudido afecta a los bebés de muchas maneras diferentes. Los síntomas
incluyen:
- Vómitos
- Piel azulada
- Temblores o temblores
- Problemas respiratorios
- Somnolencia
- Menos interés por comer.
- Problemas para chupar
- No más sonrisas o hablar
Es posible que note moretones en los brazos o el pecho en los lugares donde
se ha agarrado al bebé. Otros signos físicos incluyen:
- Una cabeza o frente más grande de lo normal
- Pupilas de diferentes tamaños.
- No poder concentrarse
- Priorizar un brazo o una pierna sobre otra.
- Los bebés con síndrome del bebé sacudido también pueden tener síntomas que usted no puede ver, como:
- Costillas rotas u otros huesos
- Lesión en la médula espinal o el cuello.
- Sangrado en el cerebro
En los casos leves, los problemas de comportamiento, salud o aprendizaje
aparecen más adelante.
Causas del síndrome del bebé sacudido
A los bebés les toma un tiempo mantener la cabeza erguida. Esto se debe a
que los músculos del cuello comienzan débiles y se vuelven más fuertes a medida
que crecen. Lo mismo ocurre con sus cerebros, que aún necesitan tiempo para
desarrollarse.
Cuando se sacude a un bebé, su cerebro puede rebotar entre la parte
delantera y trasera de su cráneo. Esto hace que sangre, moretones e inflamación.
Solo se necesitan unos segundos de agitación agresiva para que esto suceda.
Factores de riesgo que conducen al síndrome del bebé sacudido
Los bebés traen mucha alegría, pero también puede haber momentos de
frustración si sientes que no puedes consolar su llanto. La mayoría de los
cuidadores manejan bien esos momentos. Pero si esos sentimientos se desbordan,
puede cruzar una línea. Ciertas cosas pueden aumentar su riesgo de cruzar esa
línea, que incluyen:
- Abuso de alcohol o sustancias
- Situaciones familiares inestables.
- Depresión
Diagnóstico del síndrome del bebé sacudido
Debido a que el síndrome del bebé sacudido puede afectar tantas partes
diferentes de la salud de un niño, puede haber más de un médico o especialista
involucrado en el diagnóstico. Según el nivel de lesión del niño, las pruebas
se pueden realizar en consultorios médicos o en una unidad de cuidados
intensivos pediátricos.
Para revisar el cerebro, los médicos pueden usar una tomografía
computarizada para buscar lesiones que requieran atención inmediata. Las
exploraciones de imágenes por resonancia magnética también muestran a los
médicos áreas detalladas del cerebro.
Las radiografías de otras partes del cuerpo, como los brazos, las piernas,
la columna vertebral y el cráneo, muestran fracturas y si fueron creadas por la
fuerza o por accidente.
Para verificar si hay lesiones en los ojos y sangrado, los médicos pueden
realizar un examen de la vista.
Algunos trastornos pueden imitar los síntomas del síndrome del bebé
sacudido. Para descartarlos, los médicos pueden solicitar análisis de sangre.
Tratamiento y prevención del síndrome del bebé sacudido
El tratamiento para el síndrome del bebé sacudido depende de la lesión. La
cirugía puede ser necesaria en una emergencia. Algunos niños necesitarán
cuidados por el resto de sus vidas.
El síndrome del bebé sacudido es 100% prevenible. Comienza por asegurarse
de que todos los cuidadores del bebé entiendan dos cosas:
- Los peligros de sacudir a un bebé, aunque sea por unos segundos.
- Que los bebes lloran mucho al principio:
- Patrón máximo: A los 2-3 meses de edad, los bebés lloran más.
- Impredecible: El llanto comienza y se detiene sin motivo.
- Resistente a los calmantes: Nada detiene el llanto.
- Mirada de dolor en la cara: cuando los bebés lloran, parece que tienen dolor, incluso si no es así.
- Largos episodios de llanto: los bebés pueden llorar durante horas seguidas.
- Llanto vespertino: Algunos bebés lloran más por la tarde y por la noche.
A veces, puede detener el llanto frotando la espalda del bebé, cantando,
usando el "ruido blanco" de una aplicación o el sonido del agua
corriendo, dando un paseo o usando un chupete. A veces nada parece funcionar.
Ahí es cuando necesitas manejar tus sentimientos especialmente.
Tenga un plan en marcha. Si se siente empujado más allá de su límite,
coloque al bebé boca arriba en un lugar seguro y aléjese por un momento. Llame
a alguien en quien confíe que escuchará sus frustraciones. Mientras habla,
controle al bebé cada 5 o 10 minutos. También podría pedirle a alguien que
cuide a su bebé durante media hora mientras usted da un paseo y se recupera.
Si nota que su cuidador u otro padre tiene dificultades, apóyelo y sugiera
un lugar seguro donde puedan llevar al bebé cuando necesiten un descanso. Al
igual que los bebés, a veces los padres y cuidadores solo necesitan llorar y
sentirse consolados.
Complicaciones del síndrome del bebé sacudido
Sacudir a la fuerza a un bebé, aunque sea brevemente, puede causar daño
cerebral permanente. Los resultados pueden ser graves y duraderos e incluyen:
- Ceguera parcial o total
- Retrasos en el desarrollo, problemas de aprendizaje o problemas de conducta
- Discapacidades intelectuales
- Trastornos convulsivos
- Parálisis cerebral
- La mayoría de estas complicaciones requieren atención de por vida.