Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) en bebés o niños
Es común que los bebés regurgiten después de una comida. Ese pequeño
escupitajo se llama reflujo gastroesofágico. Pero los vómitos frecuentes
asociados con la incomodidad y la dificultad para alimentarse o la pérdida de
peso pueden ser causados por algo más grave conocido como ERGE. Tanto el
reflujo gastroesofágico como la ERGE pueden provocar el movimiento ascendente
del contenido del estómago, incluido el ácido, hacia el esófago y, a veces,
hacia o desde la boca. A menudo, ese vómito es repetitivo. Las diferencias
entre las dos condiciones están marcadas por la severidad y por los efectos
duraderos.
Los niños mayores también pueden tener ERGE.
¿Qué causa la ERGE en bebés y niños?
La mayoría de las veces, el reflujo en los bebés se debe a un tracto
gastrointestinal mal coordinado. Por lo demás, muchos bebés con ERGE están
sanos; sin embargo, algunos bebés pueden tener problemas que afectan los
nervios, el cerebro o los músculos. El sistema digestivo inmaduro de un niño
suele ser el culpable y la mayoría de los bebés superan esta afección al
cumplir un año.
En los niños mayores, las causas de la ERGE suelen ser las mismas que se
observan en los adultos. Además, un niño mayor tiene un mayor riesgo de ERGE si
la experimentó cuando era bebé. Cualquier cosa que haga que la válvula muscular
entre el estómago y el esófago se relaje, o cualquier cosa que aumente la
presión debajo del esfínter esofágico inferior, puede causar ERGE.
Ciertos factores también pueden contribuir a la ERGE, incluida la obesidad,
comer en exceso, comer alimentos picantes o fritos, beber cafeína,
carbonatación y medicamentos específicos. También parece haber un componente
hereditario de ERGE, ya que es más común en algunas familias que en otras.
¿Cuáles son los síntomas de la ERGE en bebés y niños?
Los síntomas más comunes del reflujo gastroesofágico en bebés y niños son:
- Vómitos frecuentes o recurrentes
- Tos o sibilancias frecuentes o persistentes
- Negarse a comer o dificultad para comer (atragantamiento o arcadas al comer)
- Acidez estomacal, gases, dolor abdominal o cólicos(llanto frecuente e irritabilidad) asociados con la alimentación o inmediatamente después
- Regurgitación y re-deglución
- Quejarse de un sabor agrio en la boca, especialmente en la mañana
Muchos otros síntomas a veces se atribuyen a la ERGE, pero la mayor parte
del tiempo no estamos seguros de si el reflujo realmente los causa. Otros
problemas observados en niños pequeños y bebés que pueden atribuirse a la afección
incluyen:
- Cólico
- Crecimiento deficiente
- Problemas respiratorios o sibilancias
- Neumonía recurrente
¿Los bebés superan la ERGE con la edad?
Si. La mayoría de los bebés superan el reflujo al año de edad, y menos del
5 % continúa teniendo síntomas cuando son niños pequeños. Sin embargo, la ERGE
también puede ocurrir en niños mayores. En cualquier caso, el problema suele
ser manejable.
¿Cómo es la ERGE en bebés y niños?
Por lo general, el historial médico contado por los padres es suficiente
para que el médico diagnostique la ERGE, especialmente si el problema ocurre
regularmente y causa molestias. La tabla de crecimiento y el historial de la
dieta también son útiles, pero ocasionalmente se recomiendan más pruebas.
Pueden incluir:
- Trago de bario o serie gastrointestinal
superior. Esta es una prueba especial de rayos X que usa bario para resaltar el
esófago, el estómago y la parte superior del intestino delgado. Esta prueba
puede identificar cualquier obstrucción o estrechamiento en estas áreas.
- Sonda de ph. Durante la prueba, se le pide a su hijo que trague un tubo largo y delgado con una sonda en la punta que permanecerá en el esófago durante 24 horas. La punta se coloca, generalmente en la parte inferior del esófago, y mide los niveles de ácidos estomacales. También ayuda a determinar si los problemas respiratorios son el resultado de la ERGE.
- Endoscopia digestiva alta. Esto se hace usando un
endoscopio que le permite al médico mirar directamente dentro del esófago, el
estómago y la parte superior del intestino delgado.
- Estudio de vaciamiento gástrico. Algunas personas con ERGE tienen un vaciado lento del estómago que puede estar contribuyendo al reflujo de ácido. Durante esta prueba, su hijo bebe leche o come alimentos mezclados con una sustancia química radiactiva. Este químico se sigue a través del tracto gastrointestinal usando una cámara especial.
¿Cuáles son los tratamientos para el reflujo ácido en bebés y niños?
Hay una variedad de medidas de estilo de vida que puede probar para el
reflujo ácido en bebés y niños mayores:
Para bebés:
- Elevar el cabecero de la cuna o moisés del bebé.
- Mantenga al bebé en posición vertical durante 30 minutos después de alimentarlo.
- Espesar la alimentación con biberón con cereales (no lo haga sin la aprobación de su médico).
- Alimente a su bebé con cantidades más pequeñas de comida con más frecuencia.
- Pruebe alimentos sólidos (con la aprobación de su médico).
Para niños mayores:
- Elevar la cabecera de la cama del niño.
- Mantener al niño en posición vertical durante al menos dos horas después de comer.
- Sirva varias comidas pequeñas a lo largo del día, en lugar de tres comidas grandes.
- Asegúrese de que su hijo no esté comiendo en exceso.
- Limitar los alimentos y bebidas que parecen empeorar el reflujo de su hijo, como los alimentos ricos en grasas, fritos o picantes, la carbonatación y la cafeína.
- Anime a su hijo a hacer ejercicio regularmente.
- Si el reflujo es severo o no mejora, su médico puede recomendarle medicamentos.
Cirugía para ERGE en bebés y niños
La cirugía no suele ser necesaria para tratar el reflujo ácido en bebés y
niños. Cuando es necesario, una funduplicatura es la cirugía que se realiza con
más frecuencia. Durante este procedimiento, la parte superior del estómago se
envuelve alrededor del esófago formando un manguito que se contrae y cierra el
esófago cada vez que se contrae el estómago.
El procedimiento suele ser eficaz, pero no está exento de riesgos. Hable sobre los posibles riesgos y beneficios de cualquier operación con el médico de su hijo.