Tu hijo a los 12

Tu hijo a los 12

Tu hijo a los 12

Técnicamente, su hijo no será un adolescente hasta dentro de un año, pero 12 es cuando comienzan las grandes transiciones. Es por eso que a los niños de esta edad se les llama preadolescentes o preadolescentes. Su mundo es cada vez más grande en todos los niveles: físico, mental, emocional y social. Abróchate el cinturón, las cosas pueden complicarse.

¿Quien dijo que?

¿Por qué sale la voz de un hombre de la boca de su bebé? Porque su voz se hace más profunda. También le empezará a crecer vello facial y púbico. A los 12 años, la pubertad podría estar en pleno apogeo. Para algunos, comienza antes. Para otros, es un poco más tarde. Es un momento de desodorante, crecimiento acelerado y conciencia sexual emergente. Todos somos diferentes, así que no se preocupe si su hijo es más o menos maduro a esta edad.

Gracias a la pubertad, está prestando más atención a su cuerpo. Está más concentrado en cómo se ve y en lo que lleva puesto. Es posible que exprese interés en unirse a un gimnasio o comenzar a hacer ejercicio en su habitación.

También le preocupa lo que otros niños piensan de él. Esto puede cambiar la forma en que actúa y expresa afecto hacia ti, especialmente frente a sus amigos.

Sus emociones se tambalean. A menudo pasa de feliz a triste, de amable a grosero, de sentirse inteligente a sentirse corto de confianza. También puede sentir más estrés porque el trabajo escolar se está volviendo desafiante.

Eso es porque su cerebro ahora puede manejar pensamientos más complejos. Esto va de la mano con su vocabulario en expansión. Es mejor para expresar con palabras lo que siente, lo que podrías ver como una bendición y una maldición. Está cuestionando los valores de su familia y viendo la línea entre el bien y el mal con ojos nuevos.

Esta puede ser una edad confusa para los dos, porque él comienza a verse y actuar más como un adulto, pero no tiene la misma experiencia de vida ni la misma habilidad para tomar decisiones. A veces, es posible que ambos necesiten un recordatorio de que todavía es un niño de 12 años.

Su vida social es más importante para él. Aquí es cuando la presión de los compañeros comienza a colarse. A los 12 años, es importante para él pertenecer, lo que significa más independencia de ti y más dependencia de sus amigos. Controle de cerca su uso de los medios: muchos niños juegan videojuegos en línea, así que revise la configuración de privacidad y asegúrese de que la información personal no se comparta con otros jugadores.

Manténgase involucrado

Aunque no lo parezca, su amor y aceptación siguen siendo importantes para él. Es posible que tenga mala cara y se centre en sí mismo, lo que puede provocar muchas reacciones en lugar de acciones positivas de ambos. Pero necesita saber que lo ves por lo que es y que estás ahí para apoyarlo mientras descubre en quién se está convirtiendo.

Hablar. Hacer preguntas. Escucha. Se honesto. Esto es especialmente importante cuando se trata de discusiones sobre el tabaco, el alcohol, las drogas y el sexo. ¿Qué sabe él de ellos? ¿Qué piensa de ellos? Sin culpa ni vergüenza, comparta los peligros y las consecuencias de cada uno, además de sus pensamientos y sentimientos.

  • Mantenerse presente en su vida; no se desvanezca en el fondo porque eso es lo que cree que él quiere.
  • Si muestra interés en un nuevo deporte o pasatiempo, anímelo.
  • Si se está esforzando en casa o en la escuela, elógialo.
  • Tenga en claro sus límites cuando se trata de calificaciones, tareas y tiempo frente a la pantalla.
  • Cuando haya un conflicto, modele argumentos saludables respetando sus sentimientos y opiniones.

Recuerde: la pubertad puede ser una época de cambios de humor masivos. Es normal que se sienta triste, pero solo por un momento. La depresión dura más y se manifiesta de múltiples formas, incluidos los trastornos alimentarios y el consumo de drogas.

Manténgase al tanto de lo que está sucediendo en la escuela. Conoce sus amigos. Habla con sus padres. Manténgase informado sobre sus calificaciones y desempeño antes de que llegue la boleta de calificaciones. Las malas calificaciones pueden significar cualquier cosa, desde una discapacidad de aprendizaje y problemas de comportamiento hasta una simple visita al oculista para obtener unos anteojos o lentes de contacto nuevos.

Y aunque puede parecerle aprender un idioma extranjero, es importante comprender y controlar las formas de redes sociales que usa su hijo. Habla con él sobre la forma en que se presenta en línea y el efecto que puede tener en las solicitudes universitarias, el empleo futuro y más. Recuérdele que una vez que se comparte una imagen o contenido, el destinatario puede utilizarlo de muchas formas diferentes. 


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