Psoriasis en la infancia
Si su hijo tiene psoriasis,
hay muchas cosas que puede hacer para ayudarlo a aprender a controlar los
síntomas y evitar que la afección de la piel afecte su confianza en sí mismo.
Con el enfoque correcto, su apoyo puede mostrarle la forma de vivir y prosperar
con la enfermedad.
Ayude a su hijo a aceptarlo
Incluso después de que el
médico explica de qué se trata la psoriasis, algunos niños todavía esperan que
si fingen que no es real, desaparecerá mágicamente. Y si su hijo no está de
acuerdo con el tratamiento, obtendrá mucha resistencia y pondrá los ojos en
blanco.
Para ayudar a su hijo a
comprender la afección y aumentar su sentido de control, puede:
- Déle libros o enlaces a sitios web sobre la psoriasis (preferiblemente escritos por o sobre niños que la padecen) y hable de ello después.
- Explica que no es culpa suya. Hágale saber de cualquier miembro de la familia que pueda tenerlo.
- Anímelo a hacer preguntas durante las citas con el médico.
- Hacerlo responsable del tratamiento desde una edad temprana. Incluso los niños de primer grado pueden ponerse humectantes y los niños mayores pueden tomar el control total.
Haz un juego de roles
A los niños con psoriasis
les preocupa cómo explicarla. ¿Qué pasa si alguien en el vestuario de la escuela
hace un comentario? Para ayudar, hablen juntos sobre algunas posibles
respuestas. Algunos puntos a considerar:
- La psoriasis es común.
- No es contagioso, por lo que nadie puede contraerlo.
- No tiene nada que ver con lo limpia que esté una persona o la frecuencia con la que se duche.
- Aún no hay cura, pero los expertos se acercan cada año.
Su hijo se sentirá más
seguro si está listo para responder a preguntas incómodas. A algunos niños les
llegan a gustar las preguntas sobre la psoriasis. Disfrutan de la oportunidad
de tomar el control y educar a sus compañeros.
Habla con el personal de la escuela
Establezca conexiones con
personas de la escuela de su hijo al comienzo de cada año. Es una buena forma
de evitar problemas. Intente obtener confirmación del personal sobre estos
problemas:
- Hay una persona específica (preferiblemente el maestro) a quien su hijo puede acudir en busca de ayuda.
- El personal estará atento a problemas en el salón de clases o conflictos con otros estudiantes, como burlas o acoso.
- El profesor de gimnasia no se sorprenderá si su hijo no quiere usar pantalones cortos o no puede participar en algunas actividades.
Si establece una buena
relación de trabajo con los funcionarios de la escuela desde el principio,
podrá actuar con rapidez y trabajar en equipo si surge algún problema.
Construir conexiones
A veces, los niños con
psoriasis sienten que son los únicos que tienen este problema. Por tanto, ayude
a su hija a conectarse con otros niños que también padecen la enfermedad.
Busque grupos o foros de
mensajes en línea, o pregunte al médico de su hijo sobre los grupos de apoyo
cara a cara. También puede consultar los campamentos de verano para niños con
afecciones cutáneas. Todas son excelentes formas de obtener apoyo, aprender
consejos prácticos y generar confianza.
Y eso también va para ti.
Una charla con otros padres que tienen hijos con psoriasis puede brindarle
nuevos conocimientos y estrategias.
Considere la terapia
Los niños con psoriasis u
otros problemas de salud crónicos tienen una mayor probabilidad de tener baja
autoestima y depresión. Programe una cita con un terapeuta, como un psicólogo
infantil o un trabajador social, si ve que su hijo:
- Está irritable y enojado
- Pasa menos tiempo con amigos.
- Tiene cambios en los hábitos de sueño o alimentación.
- Tiene problemas en la escuela
Pero la terapia puede ser de
gran ayuda para cualquier niño con psoriasis, incluso justo después del
diagnóstico. Los terapeutas pueden ofrecer a los niños con enfermedades a largo
plazo formas prácticas de lidiar con la vida diaria y los problemas con amigos
y compañeros de clase.
Tranquilice a su hijo sobre el camino que le espera
Una de las cosas más
difíciles de la psoriasis es lo impredecible que es y que es una enfermedad
crónica de por vida. Los brotes pueden ocurrir sin ningún motivo. Los
tratamientos que funcionaron bien en el pasado pueden dejar de funcionar. Y las
perspectivas de los niños también cambian. Un niño que parecía estar
completamente bien con los síntomas en el pasado podría volverse dolorosamente
cohibido una vez que comience la escuela secundaria.
La vida con una enfermedad cutánea prolongada tiene altibajos. Así que tranquilice a su hijo, ya usted mismo, que si bien puede haber algunos días difíciles, él mejorará. No es una lección fácil, pero lo estás ayudando a desarrollar un sentido de resiliencia, y se beneficiará de eso por el resto de su vida.