Leucodistrofia

Leucodistrofia

¿Qué es la leucodistrofia?

La leucodistrofia no es solo una enfermedad; en realidad, es un grupo de enfermedades que afectan el sistema nervioso central. Los médicos están descubriendo nuevas formas de leucodistrofia todo el tiempo, pero los expertos actualmente conocen alrededor de 52 tipos diferentes.

La mayoría de las leucodistrofias son genéticas, lo que significa que se transmiten de padres a hijos. A veces, los síntomas aparecerán en la niñez. Pero debido a que las enfermedades son progresivas, lo que significa que empeoran con el tiempo, algunos niños que nacen con una forma de leucodistrofia pueden parecer estar bien.

Síntomas

Lo único que todas las leucodistrofias tienen en común es que provocan un desarrollo anormal o la destrucción de la vaina de mielina del cerebro. Esa es la materia grasa blanca que protege los nervios del cerebro. Sin él, su sistema nervioso no puede funcionar correctamente.

Pero cada leucodistrofia afecta a la mielina de manera diferente. Eso significa que los niños pueden tener muchos problemas, que incluyen:

  • Problemas de equilibrio y movilidad.
  • Discapacidades del aprendizaje y del comportamiento
  • Problemas de vejiga
  • Dificultades respiratorias
  • Retrasos del desarrollo
  • Problemas de audición, habla y visión.
  • Trastornos del control muscular
  • Convulsiones

Por ejemplo, un tipo de leucodistrofia, la enfermedad de Canavan, causa una disminución del tono muscular, especialmente en el cuello, y piernas y brazos flexionados anormalmente estirados. También puede incluir síntomas como ceguera y convulsiones.

A veces, los síntomas aparecen poco después del nacimiento de un niño y, a veces, hasta la edad adulta. Los signos de la enfermedad de Refsum, por ejemplo, generalmente ocurren alrededor de los 20 años, pero pueden llegar hasta los 50 años. Algunos de los síntomas comunes incluyen degeneración de la retina en el ojo, sordera y pérdida del sentido del olfato.

Si bien cada leucodistrofia es diferente, el problema más común es que la salud de un niño empeora gradualmente de alguna manera, aunque al principio parecían estar bien. Esto puede ser un empeoramiento de su visión, audición, habla, capacidad para comer, comportamiento o pensamiento. Dado que los síntomas pueden variar mucho, la leucodistrofia puede ser difícil de diagnosticar.

Causas

La mayoría de las leucodistrofias se heredan, lo que significa que se transmiten a través de genes familiares. Es posible que algunos no se hereden, pero aún así son causados ​​por una mutación genética. Un niño de su familia podría tener leucodistrofia y otros no.

Por ejemplo, la enfermedad de Alexander no parece heredarse genéticamente, por lo que su hijo puede tener un gen defectuoso incluso si ni usted ni su pareja lo tienen.

Si tiene un hijo con leucodistrofia y planea tener más hijos, es posible que desee considerar la asesoría genética. Puede ayudarlo a comprender sus probabilidades de tener otro hijo con leucodistrofia.

Diagnóstico

El diagnóstico de la leucodistrofia puede ser difícil. A menudo, los médicos deben utilizar varios tipos de pruebas, que incluyen:

  • Análisis de sangre y orina
  • Tomografías computarizadas
  • Prueba genética
  • Exploraciones de imágenes por resonancia magnética
  • Pruebas psicológicas y cognitivas

Tratamiento

No existe cura para la mayoría de los tipos de leucodistrofia. El tratamiento depende del tipo y los médicos abordan los síntomas de la enfermedad con medicamentos y tipos especiales de fisioterapia, terapia ocupacional y del habla. Algunas personas pueden necesitar ayuda adicional con el aprendizaje o la nutrición.

En algunos casos, un trasplante de médula ósea puede ayudar al ralentizar o detener la progresión de la enfermedad. Los científicos también están investigando si la terapia génica o el reemplazo de ciertas enzimas pueden ayudar a tratar algunos tipos de leucodistrofia. 


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