¿Qué es la progeria?
La progeria también se
conoce como síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford (HGPS) o la enfermedad
de "Benjamin Button" (llamada así por el cuento y la película
"El curioso caso de Benjamin Button"). Es una condición genética poco
común que hace que el cuerpo de un niño envejezca rápidamente. Una mutación en
el gen LMNA causa progeria. La mayoría de los niños con progeria no viven más
allá de los 13 años. La enfermedad afecta por igual a personas de todos los
sexos y razas. Aproximadamente 1 de cada 4 millones de bebés nacen con esta
enfermedad en todo el mundo.
Un solo error en un gen
determinado hace que produzca una proteína anormal. Cuando las células usan
esta proteína, llamada progerina, se descomponen más fácilmente. Esto hace que
los niños con progeria envejezcan rápidamente.
Síntomas de progeria
Por lo general, no hay
síntomas cuando nace un bebé, pero comienzan a mostrar signos de la enfermedad
durante el primer año. Desarrollan rasgos físicos que incluyen:
- Crecimiento lento de altura y peso
- Una cabeza más grande
- Ojos grandes, que no pueden cerrar por completo
- Una mandíbula inferior pequeña
- Una nariz delgada con una punta en forma de pico
- Oídos que sobresalen
- Venas que puedes ver
- Crecimiento lento y anormal de los dientes
- Una voz aguda
- Pérdida de grasa corporal y músculo
- Pérdida de cabello, incluidas pestañas y cejas
- Piel fina y arrugada que muestra manchas
A medida que los niños con
progeria crecen, contraen enfermedades que esperaría ver en personas de 50 años
o más, incluida la pérdida ósea, el endurecimiento de las arterias y las
enfermedades cardíacas. Los niños con progeria generalmente mueren de ataques
cardíacos o accidentes cerebrovasculares.
La progeria no afecta la
inteligencia ni el desarrollo cerebral de un niño. Un niño con la afección
tampoco tiene más probabilidades de contraer infecciones que otros niños.
Causas y factores de riesgo de la progeria
Una mutación en el gen de
lamin A (LMNA) causa progeria. El gen produce una proteína que mantiene unido
el centro de una célula. Con la progeria, el cuerpo produce una forma anormal
de lamina A llamada progerina, que conduce a un envejecimiento rápido.
Los investigadores no han
encontrado ningún factor de riesgo de progeria. No se hereda ni se transmite de
padres a hijos.
Diagnóstico de progeria
Los síntomas se notan. Es
probable que un pediatra los detecte durante un chequeo de rutina.
Si observa cambios en su
hijo que parecen síntomas de progeria, programe una cita con su pediatra o
médico de familia. Su médico realizará un examen físico, evaluará la audición y
la visión, medirá el pulso y la presión arterial y comparará la altura y el
peso de su hijo con otros niños de la misma edad.
Si su pediatra está
preocupado, es posible que deba consultar a un especialista en genética médica
que pueda confirmar el diagnóstico con un análisis de sangre. Antes de que
estuvieran disponibles los análisis de sangre genéticos, los médicos solo
podían diagnosticar la progeria con radiografías y observación.
Tratamientos de progeria
No existe cura para la
progeria, pero los investigadores están trabajando para encontrar una. Un
ensayo clínico está analizando un tipo de medicamento contra el cáncer, los
inhibidores de la farnesiltransferasa, para ver si pueden ayudar a retrasar la
enfermedad.
Los tratamientos pueden
ayudar a aliviar o retrasar algunos de los síntomas de la enfermedad.
- Medicamentos y cambios en la dieta. El médico de su hijo puede sugerir medicamentos y
cambios en la dieta de su hijo para reducir el colesterol o prevenir la
formación de coágulos de sangre. Una dosis baja de aspirina todos los días
puede ayudar a prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. La
hormona del crecimiento puede ayudar a aumentar la altura y el peso.
- La terapia física y ocupacional puede ayudar a su hijo a mantenerse en
movimiento si tiene rigidez en las articulaciones o problemas en la cadera.
- Cirugía. Algunos niños pueden someterse a una cirugía de
derivación coronaria o una angioplastia para retrasar la progresión de la
enfermedad cardíaca.
- En casa. Los niños con progeria tienen más probabilidades de
deshidratarse, por lo que deben beber mucha agua, especialmente cuando están
enfermos o hace calor. Las comidas pequeñas con más frecuencia también pueden
ayudarlos a comer lo suficiente. Los zapatos o plantillas acolchados pueden
aliviar la incomodidad y animar a su hijo a jugar y mantenerse activo.
- Pantalla solar. Use un protector solar de amplio espectro con un factor
de protección solar de al menos 15. Vuelva a aplicarlo cada 2 horas, o más si
su hijo está sudando o nadando.
Complicaciones de la progeria
Los niños con progeria
generalmente desarrollan una afección llamada aterosclerosis, que endurece y
ralentiza el flujo sanguíneo de los vasos sanguíneos que transportan nutrientes
y oxígeno a su cuerpo. La mayoría de los niños con progeria mueren de ataques
cardíacos y accidentes cerebrovasculares relacionados con la aterosclerosis.
Condiciones similares
El síndrome de Wiedemann-Rautenstrauch y el síndrome de Werner, que son similares a la progeria, tienden a heredarse. Ambos síndromes raros también provocan un envejecimiento rápido y una vida útil más corta.