Atrofia muscular espinal (AME)
La atrofia muscular espinal
(AME) afecta con mayor frecuencia a bebés y niños y les dificulta el uso de los
músculos. Cuando su hijo tiene AME, hay una ruptura de las
células nerviosas en el cerebro y la médula espinal. El cerebro deja de enviar
mensajes que controlan el movimiento de los músculos.
Cuando eso sucede, los
músculos de su hijo se debilitan y se encogen, y los niños pueden tener
problemas para controlar el movimiento de la cabeza, sentarse sin ayuda e
incluso caminar. En algunos casos, pueden tener problemas para tragar y
respirar a medida que la enfermedad empeora.
Existen diferentes tipos de AME y su gravedad depende del tipo que tenga su hijo. No
existe cura, pero los tratamientos pueden mejorar algunos síntomas y, en
algunos casos, ayudar a su hijo a vivir más tiempo. Los investigadores están
trabajando para encontrar nuevas formas de combatir la enfermedad.
Tenga en cuenta que cada
niño o adulto que tenga AME tendrá una experiencia
diferente. No importa qué tan limitado sea el movimiento de su hijo, la
enfermedad no afecta su inteligencia de ninguna manera. Todavía podrán hacer
amigos y socializar.
Síntomas de AME
Los síntomas varían mucho,
según el tipo de AME:
- Tipo 0. Esta es la forma más rara y grave de AME y se desarrolla mientras aún está embarazada. Los bebés con este tipo
de AME se mueven menos en el útero y nacen con problemas
en las articulaciones, tono muscular débil y músculos débiles para respirar. A
menudo no sobreviven debido a problemas respiratorios.
- Tipo 1. Este es también un tipo severo de AME. Es posible que un niño no pueda sostener su cabeza o sentarse sin
ayuda. Pueden tener brazos y piernas flácidos y problemas para tragar.
La
mayor preocupación es la debilidad de los músculos que controlan la
respiración. La mayoría de los niños con AME tipo 1 no
viven más allá de los 2 años debido a problemas respiratorios.
Manténgase
en contacto con su equipo médico, miembros de la familia, el clero y otras
personas que puedan ayudarlo a brindarle el apoyo emocional que necesita
mientras su hijo lucha contra esta enfermedad.
- Tipo 2. Afecta a niños de 6 a 18 meses de edad. Los síntomas
varían de moderados a severos y generalmente involucran más las piernas que los
brazos. Es posible que su hijo pueda sentarse y caminar o pararse con ayuda.
El tipo 2 también se llama AME crónica infantil.
- Tipo 3. Los síntomas de este tipo comienzan cuando los niños
tienen entre 2 y 17 años. Es la forma más leve de la enfermedad. Es muy
probable que su hijo pueda pararse o caminar sin ayuda, pero puede tener
problemas para correr, subir escaleras o levantarse de una silla. Más adelante
en la vida, es posible que necesiten una silla de ruedas para desplazarse.
El
tipo 3 también se llama enfermedad de Kugelberg-Welander o AME juvenil.
- Tipo 4. Esta forma de AME comienza cuando
eres adulto. Puede tener síntomas como debilidad muscular, espasmos o problemas
respiratorios. Por lo general, solo se ven afectados la parte superior de los
brazos y las piernas.
Tendrá los síntomas durante
toda su vida, pero puede seguir moviéndose e incluso mejorar con ejercicios que
practicará con la ayuda de un fisioterapeuta.
Es importante recordar que
hay mucha variación en la forma en que este tipo de AME afecta a las personas. Muchas personas, por ejemplo, pueden seguir trabajando
durante muchos años. Pregúntele a su médico sobre las formas de reunirse con
otras personas que tienen la misma afección y saber por lo que está pasando.
Causas de la AME
La AME es una enfermedad que se transmite de padres a hijos. Si su hijo tiene AME, es porque tiene dos copias de un gen roto, una de cada padre.
Cuando esto sucede, su
cuerpo no podrá producir un tipo específico de proteína. Sin él, las células
que controlan los músculos mueren.
Si su hijo contrae un gen
defectuoso de solo uno de ustedes, no tendrá AME, pero
será portador de la enfermedad. Cuando su hijo crezca, podría transmitir el gen
roto a su propio hijo.
Diagnóstico de AME
La AME puede ser difícil de diagnosticar porque los síntomas pueden ser similares a
los de otras afecciones. Para ayudar a averiguar qué está pasando, su médico
puede preguntarle:
- ¿Se ha perdido su bebé algún hito del desarrollo, como levantar la cabeza o darse la vuelta?
- ¿Tiene su hijo problemas para sentarse o pararse solo?
- ¿Ha visto que su hijo tiene problemas para respirar?
- ¿Cuándo notó por primera vez los síntomas?
- ¿Alguien en su familia ha tenido síntomas similares?
Su médico también puede
ordenar algunas pruebas que pueden ayudar a hacer un diagnóstico. Por ejemplo,
pueden tomar una muestra de sangre de su hijo para detectar genes faltantes o
rotos que puedan causar AME. Su médico también podría
ordenar un análisis de sangre que verifique la creatina quinasa. Es una enzima
que se escapa de los músculos debilitados. Los niveles altos de creatina
quinasa en sangre no siempre son dañinos, pero muestran un posible daño
muscular.
Other tests rule out
conditions that have similar symptoms:
- Pruebas de nervios, como un
electromiograma. Su médico coloca
pequeños parches en la piel de su hijo y envía impulsos eléctricos a través de
los nervios para ver si están enviando mensajes a los músculos.
- Tomografía computarizada. Se trata de una potente radiografía que crea imágenes
detalladas del interior del cuerpo de su hijo.
- Imagen de resonancia magnética. Utiliza potentes imanes y ondas de radio para crear
imágenes de los órganos y estructuras del interior de su hijo.
- Biopsia de tejido muscular. En esta prueba, el médico extrae células musculares a
través de una aguja en el músculo o mediante un pequeño corte en la piel de su
hijo.
Preguntas para su médico
- ¿Has tratado a otras personas con esta condición?
- ¿Qué tratamientos recomiendas?
- ¿Existe alguna terapia que pueda ayudar a mantener fuertes los músculos de mi hijo?
- ¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo a ser más independiente?
- ¿Cómo puedo ponerme en contacto con otras personas que tienen familiares con AME?
Tratamiento de la AME
Hay dos medicamentos para
tratar la AME: nusinersen (Spinraza) y onasemnogene
abeparvovec-xioi (Zolgensma). Ambas son formas de terapia génica que afectan a
los genes implicados en la AME. Los genes SMN1 y SMN2 le
dan a su cuerpo instrucciones para producir una proteína que ayuda a controlar
el movimiento muscular.
- Nusinersen. Este tratamiento ajusta el gen SMN2 y le permite
producir más proteínas. Se usa tanto para niños como para adultos con AME. El equipo médico de su hijo inyectará el medicamento en el
líquido que rodea la médula espinal. Incluyendo el tiempo de preparación y
recuperación, esto puede llevar al menos 2 horas y deberá realizarse varias
veces, seguidas de otra dosis cada 4 meses. Los estudios demuestran que ayuda a
aproximadamente el 40% de las personas que lo usan al fortalecerlas y retardar
la enfermedad.
- Onasemnogene abeparvovec-xioi. Esto implica reemplazar el gen SMN1 problemático. Se
utiliza para niños menores de 2 años. El equipo médico de su hijo le colocará
un tubo diminuto llamado catéter directamente en una vena del brazo o la mano.
Luego, enviarán una copia del gen SMN a través del tubo a un grupo específico
de células de neuronas motoras. Esto deberá hacerse solo una vez. En estudios,
el onasemnogene abeparvovec-xioi ayudó a los niños con AME a alcanzar ciertos hitos del desarrollo más rápido, como controlar la cabeza o
sentarse sin apoyo.
Además
de la terapia genética, su médico puede sugerir algunas otras formas de ayudar
a controlar los síntomas:
- Respiración. Con la AME, especialmente los
tipos 1 y 2, los músculos débiles impiden que el aire entre y salga fácilmente
de los pulmones. Si esto le sucede a su hijo, es posible que necesite una
máscara o boquilla especial. Para problemas graves, su hijo puede usar una
máquina que lo ayude a respirar.
- Deglución y nutrición. Cuando los músculos de la boca y la garganta están
débiles, los bebés y los niños con AME pueden tener
dificultades para succionar y tragar. En esa situación, es posible que su hijo
no reciba una buena nutrición y tenga problemas para crecer. Su médico puede
sugerirle que trabaje con un nutricionista. Algunos bebés pueden necesitar una
sonda de alimentación.
- Movimiento. La terapia física y ocupacional, que utiliza ejercicios
y actividades diarias regulares, puede ayudar a proteger las articulaciones de
su hijo y mantener los músculos fuertes. Un terapeuta puede sugerirle aparatos
ortopédicos para las piernas, un andador o una silla de ruedas eléctrica. Las
herramientas especiales pueden controlar computadoras y teléfonos y ayudar con la
escritura y el dibujo.
- Tengo problemas de la espalda. Cuando la AME comienza en la
niñez, los niños pueden presentar una curva en la columna. Un médico puede
sugerir que su hijo use un aparato ortopédico para la espalda mientras su columna
aún está creciendo. Cuando hayan dejado de crecer, es posible que se sometan a
una cirugía para solucionar el problema.
El cuidado de su hijo con AME
Hay muchas cosas que pueden
hacer en familia para ayudar a su hijo con algunas de las tareas básicas de la
vida diaria. Un equipo de médicos, terapeutas y grupos de apoyo pueden ayudarlo
con el cuidado de su hijo y permitirles que se mantengan al día con las
amistades y las actividades con su familia.
Es probable que su hijo
necesite atención de por vida de diferentes tipos de médicos. Es posible que
necesiten ver:
- Pulmonólogos, médicos que tratan los pulmones
- Neurólogos, especialistas en problemas nerviosos
- Ortopedistas, médicos que tratan problemas óseos
- Gastroenterólogos, especialistas en trastornos estomacales
- Nutricionistas, expertos en la forma en que los alimentos afectan la salud de su hijo
- Terapeutas físicos, personas capacitadas en el uso del ejercicio para mejorar el movimiento de su hijo
Este equipo puede ayudarlo a
tomar decisiones sobre la salud de su hijo. Es importante no dejarse abrumar
por la tarea de administrar la atención. Busque grupos de apoyo que le permitan
compartir sus experiencias con otras personas que se encuentran en situaciones
similares.
Perspectiva de AME
El pronóstico depende de
cuándo comenzaron los síntomas y de su gravedad. Si su hijo tiene el tipo 1,
una forma grave de AME, puede comenzar a tener síntomas
desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad. En general, la mayoría de los
bebés con este tipo comienzan a mostrar signos de la enfermedad a los 3 meses
de edad. Comenzará a notar que su desarrollo se retrasa y es posible que no
puedan sentarse o gatear.
Aunque los niños con este
tipo generalmente no viven más allá de los 2 años, con la ayuda de sus médicos
y el equipo de apoyo, puede hacer que su vida sea más cómoda.
En otros tipos de AME, los médicos pueden ayudar a aliviar los síntomas de un niño
durante muchos años y, en muchos casos, durante toda su vida.
Tenga en cuenta que cada
niño o adulto que tenga AME tendrá una experiencia
diferente. Un plan de tratamiento diseñado especialmente para su hijo puede
ayudarlo a tener una mejor calidad de vida.