La vitamina D y el embarazo
La vitamina D es una vitamina esteroide de un grupo de prohormonas
liposolubles. La vitamina D y el embarazo son importantes juntos. Las futuras
madres deben asegurarse de obtener las cantidades recomendadas de vitamina D durante
el embarazo tanto para su propio bienestar como para el desarrollo saludable de
su bebé. Los compuestos más importantes para el desarrollo humano son D2 y D3.
¿Mi vitamina prenatal tiene suficiente vitamina D?
Es poco probable que su vitamina prenatal proporcione suficiente vitamina
D. Un estudio reciente encontró que las mujeres que tomaban 4000 UI de vitamina
D al día tenían los mayores beneficios en la prevención de partos/nacimientos
prematuros e infecciones.
El estudio confirmó que la vitamina D en este nivel no solo es segura para
usted, sino también para su bebé, y los investigadores de este estudio ahora
recomiendan esta dosis diaria de vitamina D para todas las mujeres embarazadas.
La vitamina prenatal promedio solo contiene 400 UI de vitamina D, por lo que se
deben tomar suplementos adicionales diariamente.
¿Por qué necesito vitamina D durante el embarazo?
La vitamina D es beneficiosa para su propia salud personal. La vitamina D
ahora tiene una extensa investigación que respalda su papel en la función
inmunológica, la división celular saludable y la salud ósea. La vitamina D es
necesaria para la absorción y el metabolismo del calcio y el fósforo. Muchos
estudios están encontrando una conexión entre los niveles bajos de vitamina D
en suero y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, enfermedades
autoinmunes, enfermedades neurológicas, resistencia a la insulina y
enfermedades cardiovasculares.
La vitamina D invierte en el bienestar de su bebé al apoyar el desarrollo
óseo saludable. La deficiencia de vitamina D también está relacionada con la
preeclampsia.
¿Qué contribuye a la deficiencia de vitamina D?
Estos alimentos son la yema de huevo, el salmón y el aceite de hígado de
bacalao, sin embargo, la mayor parte de la vitamina D se consume a través de
alimentos fortificados como la leche. Para el 75% de la población que es
intolerante a la lactosa, los productos lácteos fortificados no son una fuente
confiable de consumo de vitamina D.
Además, muchos factores influyen en la capacidad del cuerpo para producir y
absorber vitamina D. Estos factores incluyen: el lugar donde vive, la estación
del año, cuánto tiempo pasa al aire libre sin protector solar, la pigmentación
de la piel, la edad, la obesidad, la contaminación y tener intestinos sanos con
óptima capacidad de absorción. Estos factores entran en juego porque la
vitamina D es en realidad una hormona y necesita la luz solar para que el
cuerpo la fabrique adecuadamente.
¿Qué pasos puede tomar para obtener vitamina D?
Puede comenzar haciendo un esfuerzo por comer más alimentos que contengan
vitamina D. A continuación, la investigación sugiere que la exposición al sol
sensible (generalmente de 5 a 10 minutos de exposición de los brazos y las
piernas o las manos, los brazos y la cara, 2 o 3 veces por semana) también
puede ayudar.
Sin embargo, la mejor manera de garantizar realmente una cantidad adecuada de vitamina D es a través de una simple suplementación. Al complementar, sus opciones estarán entre dos formas de vitamina D. El ergocalciferol es la forma vegetariana de la vitamina D y el colecalciferol es la forma de origen animal, generalmente derivada del aceite de hígado de pescado o la lanolina de oveja.