¿Qué es el retinoblastoma?
Esta es una forma rara de cáncer de ojo que generalmente ocurre en la
infancia. Comienza en la retina, la parte del ojo que detecta la luz y envía
imágenes al cerebro.
Síntomas
La primera pista y el síntoma más obvio es que el ojo no se ve bien.
Específicamente, su pupila normalmente negra puede verse blanca. En una foto,
en lugar de "ojos rojos", un niño con retinoblastoma tendrá una
pupila que brillará de color blanco cuando la luz incida sobre ella.
Otros síntomas incluyen:
- Un ojo u ojos que parecen más grandes de lo normal
- Nubosidad o decoloración en el centro del ojo
- Dolor de ojo
- Ojos que se cruzan o miran en diferentes direcciones
- Enrojecimiento en el blanco del ojo
- Problemas de la vista
Estos síntomas también pueden ser causados por problemas menos graves.
Pero haga que un médico revise cualquier problema con los ojos de su hijo lo
antes posible.
Causas
El retinoblastoma ocurre cuando hay un cambio o mutación en un gen en
particular en el ADN de un niño. El trabajo de ese gen es controlar la división
celular. Cuando no funciona como debería, las células de la retina crecen sin
control.
En la mayoría de los casos, el daño genético ocurre al azar y ocurre en una
sola célula. Eso causa un tumor en un ojo.
Algunos niños nacen con el gen dañado en cada célula de su cuerpo. Es
probable que estos niños tengan más de un tumor y que los tengan en ambos ojos.
También tienen una mayor probabilidad de contraer otros tipos de cáncer.
También pueden transmitir la condición a sus propios hijos.
Diagnóstico
Para diagnosticar este cáncer, un oftalmólogo observa de cerca el interior
del ojo con una luz potente y una lupa. Si parece que hay cáncer, el siguiente
paso es averiguar qué tan grande es el tumor y si se ha propagado. Su hijo puede
tener una de estas pruebas:
- Un ultrasonido: las ondas de sonido
crean imágenes del ojo de su hijo
- Una imagen de resonancia magnética: potentes imanes y
ondas de radio crean imágenes detalladas del ojo
- Una tomografía computarizada: se juntan varias radiografías
tomadas desde diferentes ángulos para mostrar más información
Los resultados ayudan a los médicos a elegir el mejor curso de acción.
Tratos
Cuanto antes se encuentre el cáncer, mayores serán las posibilidades de que
se pueda salvar la vista de su hijo. Los médicos suelen utilizar una
combinación de tratamientos como:
- Quimioterapia: medicamentos potentes ayudan a reducir el tamaño del tumor antes que otros tratamientos. Si el cáncer no se ha propagado, los medicamentos se pueden inyectar directamente en el ojo o en los vasos sanguíneos que lo conducen. Si es probable que el cáncer se propague o ya se propagó, es probable que su hijo tome los medicamentos por vía oral o por vía intravenosa para que puedan actuar en todo el cuerpo.
- Crioterapia: un toque con una sonda de metal súper enfriada congela y mata las células cancerosas. Esto funciona mejor en tumores pequeños cerca del frente del ojo.
- Termoterapia: Un láser especial mata las células cancerosas con calor. Los médicos lo usan solo en tumores pequeños o junto con otros tratamientos para tumores más grandes.
- Terapia láser: un tipo diferente de
láser apunta y destruye los vasos sanguíneos que irrigan el tumor. Esto
funciona para tumores pequeños en la parte posterior del ojo.
- Radiación: Hay dos tipos de radioterapia. Para tumores pequeños, un cirujano puede coser un disco que tiene material radiactivo en su interior en el globo ocular cerca del tumor. Su hijo permanece en el hospital unos días mientras funciona y luego se extrae el disco. La tecnología más antigua usa una máquina para enfocar haces de radiación en el tumor. Esto generalmente se usa solo si otras estrategias no funcionan.
- Cirugía: si el tumor es muy grande cuando se encuentra, es posible que no sea posible salvar la visión del niño. En estos casos, se puede extirpar el ojo.
Es casi imposible que un niño pequeño se quede quieto el tiempo suficiente
para un examen completo, y mucho menos cuando se le está haciendo algo al ojo.
Los pacientes muy jóvenes generalmente son sedados o sometidos a exámenes y
tratamientos.
Que esperar
El retinoblastoma casi siempre es curable, especialmente si no se ha
propagado más allá del ojo.
Los niños tratados por retinoblastoma necesitan una atención de seguimiento
muy estrecha. Su hijo tendrá controles frecuentes para detectar señales de que
el cáncer ha regresado.
Los chequeos frecuentes también son importantes por otras razones. Los
niños que tienen un gen dañado en cada célula pueden tener otros tipos de
cáncer más adelante en la vida porque el gen no ayuda a detener el cáncer como
lo haría un gen sano. Y los niños que reciben tratamiento de radiación o
quimioterapia también tienen más probabilidades de volver a tener cáncer.
La mayoría de los cánceres causados de esta manera son tratables si se
detectan a tiempo.
Los médicos recomiendan pruebas genéticas para ver si su hijo tiene el tipo
de daño genético que se puede transmitir. Los padres y los hermanos también
deben hacerse la prueba.