¿Qué es el tronco arterioso?
A veces, el corazón de un bebé no crece como debería en el útero. Esto
puede causar un defecto raro llamado tronco arterioso.
Normalmente, cuando el corazón bombea, el lado derecho toma sangre del
cuerpo y la envía a los pulmones para obtener oxígeno fresco. Esa sangre
cargada de oxígeno luego va al lado izquierdo del corazón, que la bombea al
resto del cuerpo.
La arteria pulmonar principal es el vaso que transporta la sangre desde el
corazón hasta los pulmones. La que lo envía al cuerpo es la aorta. Una válvula
en cada arteria controla el flujo para asegurarse de que la sangre siga su ruta
regular.
Con el tronco arterioso, esos vasos no se convierten en canales separados.
El bebé tiene una sola arteria grande que lleva sangre a los pulmones y al
cuerpo.
Un bebé que nace con esta afección generalmente también tiene una sola
válvula en lugar de dos que controlan el flujo de sangre que sale del corazón,
y esa válvula a menudo tiene problemas. Puede ser demasiado grueso o demasiado
angosto, lo que significa que puede llegar muy poca sangre a los pulmones. O
puede tener fugas, y eso significa que la sangre regresa al corazón.
En la mayoría de los casos, también hay un orificio en la pared que separa
las cavidades inferiores del corazón entre sí. Eso significa que la sangre rica
en oxígeno y la pobre en oxígeno pueden mezclarse.
Causas y factores de riesgo
Al igual que con la mayoría de los defectos de nacimiento, los médicos no
saben qué causa el tronco arterioso. Pero algunas cosas pueden aumentar las
probabilidades de que un niño nazca con problemas cardíacos. Estos incluyen
cosas que involucran a la madre, tales como:
- Tienen alguna enfermedad durante el embarazo, como rubéola o diabetes, que no se maneja adecuadamente.
- Fumaron durante el embarazo.
- Tienen antecedentes familiares de defectos cardíacos o trastornos genéticos.
- Toman medicamentos que no se recomiendan durante el embarazo.
Síntomas y diagnóstico
Un bebé con este defecto de nacimiento tiene menos oxígeno en la sangre de
lo normal. Eso puede hacer que la piel alrededor de la boca o las uñas se vea
ligeramente azulada. Su respiración es a menudo rápida y pueden jadear. Se les
acelera el pulso y no comen bien.
Estos son signos de que el bebé no está recibiendo suficiente oxígeno o
está desarrollando insuficiencia cardíaca congestiva, lo que significa que el
corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del
cuerpo. Eso puede agrandar y debilitar su corazón.
Si el médico cree que su bebé podría tener tronco arterioso, una simple
prueba que mide el oxígeno en la sangre del bebé puede ayudar a confirmarlo. Un
ecocardiograma, que usa ondas de sonido para dibujar una imagen del corazón del
bebé, también puede ayudar a encontrar el problema.
Si se detecta un problema en el corazón del bebé con una ecografía antes de
que nazca, se puede realizar un ecocardiograma fetal para mostrar más detalles
sobre la estructura del corazón. Esto puede ayudar a los médicos y enfermeras a
estar preparados para cualquier complicación cuando nazcan.
Tratamiento
Para corregir el problema, se realiza una cirugía en el corazón del bebé
dentro de las primeras dos semanas después del nacimiento. Antes del
procedimiento, se le pueden administrar medicamentos al bebé para fortalecer su
corazón y ayudar a que su cuerpo elimine líquidos.
El cirujano dividirá el único vaso sanguíneo en dos colocando un tubo,
llamado conducto, con una válvula cardíaca artificial. Eso conectará el lado
derecho del corazón con el vaso sanguíneo que va a los pulmones.
El vaso sanguíneo único original se convierte en la aorta y transporta
sangre rica en oxígeno desde el corazón hasta el resto del cuerpo. Un parche de
tela cierra el agujero entre los dos lados del corazón.
Después de la cirugía, el bebé pasará varios días en el hospital y es
posible que necesite medicamentos para el dolor, como paracetamol o ibuprofeno.
Les tomará algunas semanas recuperarse por completo y probablemente necesitarán
más descanso de lo habitual en ese tiempo.
Perspectivas y atención de seguimiento
La cirugía tiene éxito en más del 90% de los bebés que la tienen. Pero un
niño que nace con la afección necesitará cirugías de seguimiento y chequeos
regulares con un cardiólogo por el resto de su vida.
A medida que su hijo crezca, es probable que el conducto se le quede
pequeño y tendrá que reemplazarlo dos o tres veces. Con el tiempo, el conducto
puede estrecharse o bloquearse y es necesario abrirlo o limpiarlo. A veces, la
válvula que conduce a la aorta reconstruida puede tener fugas y es necesario
reemplazarla.
Algunos niños que nacen con tronco arterioso no pueden participar en
actividades físicas intensas ni practicar deportes competitivos. Y tendrán que
tomar antibióticos antes de futuras cirugías o trabajos dentales para prevenir
una infección conocida como endocarditis que ataca el revestimiento del
corazón.
Algunas personas también experimentan problemas más adelante en la vida,
como fugas en las válvulas cardíacas, latidos cardíacos irregulares o presión
arterial alta en los pulmones. Una persona que nace con tronco arterioso
necesitará chequeos regulares por el resto de su vida para detectar estas cosas
u otros problemas cardíacos.