Tórax en embudo
El tórax en embudo es una deformidad de la pared torácica de su hijo. El esternón, y algunas de las costillas crecen de forma anormal, lo que provoca una depresión en el medio del pecho. La afección no siempre se nota al nacer, pero a menudo es evidente cuando el niño tiene entre 2 y 3 años. En algunos casos, la afección solo aparece a medida que su hijo crece.
El nivel de gravedad varía de leve a grave, pero la afección tiende a empeorar durante los períodos de crecimiento acelerado. Si bien muchos niños con tórax en embudo no requieren ningún tratamiento, debido a que su condición es muy leve, un caso más grave puede ejercer presión sobre el corazón y los pulmones. Sin embargo, los efectos sobre el corazón y los pulmones suelen ser menores y, por lo general, solo ocurren con el ejercicio extremo.
Además, aproximadamente el 15 por ciento de los niños que tienen tórax en embudo terminan desarrollando una condición llamada escoliosis (curvatura de la columna).
¿Cuáles son los síntomas del tórax en embudo?
Los síntomas del tórax en embudo dependen de cuándo se diagnostica la afección. En la infancia, los síntomas del tórax en embudo pueden incluir:
- una depresión hueca en el pecho que puede ser ancha y poco profunda, profunda y estrecha o irregular
- respiración más rápida de lo normal
En niños mayores, los síntomas del tórax en embudo pueden incluir:
- dificultad para respirar al hacer esfuerzo o ejercicio
- dolor en el pecho
- una curvatura lateral de la columna vertebral, ausencia de la curvatura de la parte superior de la espalda, hombros ganchudos y un pecho ancho y delgado
¿Qué causa el tórax en embudo?
No hay una causa conocida para el tórax en embudo. Se están realizando algunos estudios que investigan un componente genético. Aunque la mayoría de los casos no involucran antecedentes familiares, hay muchos que sí lo hacen, lo suficiente como para justificar la sospecha de que los genes pueden desempeñar un papel importante.
¿Cómo se diagnostica el tórax en embudo?
El tórax en embudo generalmente se diagnostica durante un examen físico. Las radiografías del tórax también pueden ser útiles.
Otras pruebas que el médico de su hijo podría recomendar incluyen:
- electrocardiograma (EKG o ECG)
- ecocardiograma (ultrasonido del cardias)
- prueba de función pulmonar (PFT)
¿Cuáles son las opciones de tratamiento para el tórax en embudo?
Si su hijo tiene un caso leve de tórax en embudo, probablemente no haya motivo para una cirugía. Es poco probable que una excavación poco profunda afecte el funcionamiento del corazón o los pulmones, y la apariencia de su hijo seguirá siendo normal.
Si la deformidad está causando problemas físicos o sociales, puede repararse quirúrgicamente. Hay dos opciones quirúrgicas, las cuales requieren que su hijo reciba anestesia general.
Ravitch
En este procedimiento, el cirujano hace una incisión en la pared torácica de su hijo, extrae el cartílago encajado entre las costillas y el esternón y vuelve a colocar el esternón liberado. Se deja una barra en la pared torácica para mantener la forma correcta durante seis meses. Durante este tiempo, su hijo deberá abstenerse de realizar actividades que puedan implicar un choque, como el fútbol. La técnica soluciona el problema pero deja una cicatriz visible en el pecho.
Nuss
En este procedimiento, el cirujano hace incisiones en el costado de la pared torácica de su hijo. Luego, el cirujano inserta una barra lateralmente a través del tórax y mueve el esternón hacia adelante. No se extrae cartílago y la cicatrización es menos extensa.
El procedimiento de Nuss no elimina ninguna asimetría en la apariencia del tórax de su hijo. El bar tiene que permanecer en funcionamiento durante al menos un año y, a veces, dos.
¿Cuáles son los beneficios de reparar el tórax en embudo de mi hijo?
Si bien la mayoría de los niños con tórax en embudo no necesitan ningún tratamiento, los casos más graves pueden repararse quirúrgicamente para que su hijo pueda llevar una vida normal y activa.
En casos severos, la reparación de un tórax en embudo puede ayudar a la función del corazón y los pulmones. Pero en la mayoría de los casos, los beneficios son principalmente psicológicos. Para los niños que se han sentido molestos por su apariencia, la cirugía puede marcar una gran diferencia.